Este tipo con pose tan intelectual es el que va ser nuestro nuevo compañero a partir de Marzo.
Se llama Michel Sorel y tiene doble nacionalidad: Luxsemburgo e Italia. ¿A que nadie a visto nunca un pasaporte de
Luxemburgo? Pues yo ya sí. El caso es que el pobre se vino desde Chigago a hacer los shifts,
pero como se les ha roto el aparato, pues ya no hay nada que controlar.
Día 52:
International trip to Tokyo, where the "moderns" lie.
Nos vamos Michel y yo a Tokyo, pero en el autobús nos encontramos con el ruso y el francés que
trabajan en el mismo depacho que nosotros. Así que nos vamos de turismo y "shopping" como un
grupo bastante heterogeneo de guiris.
La primera parada es un bosque, con su correpondiente templo budista, que se encuentra en el
centro de la ciudad. Y debe de ser un día especial (o quizás no) porque nos cruzamos con
multitud de niños vestidos como para celebrar el equivalente oriental de la primera comunión
(o algo).
Incluso vemos una boda (o algo), en la que no parece haber futuro marido...
Y si los valencianos nos dedicamos a hacer mantos de flores a la "Cheperudeta", los japos
se dedican a hacer composiciones con vegetales y hortalizas varias.
Y nada más salir del parque Yoyogui... una invasión de "modernos" toma la ciudad:
¿Será que no saben cómo ser más modernos de lo que ya son y se reunen en manadas para
autorreafirmarse?
¿O acaso estoy confundido y en realidad son un grupo anarkista radical que intenta rebentar
los sólidos y sobrios esquemas en los que se asienta la sociedad japonesa?
El cartelito podría ser una pista...
La tercera posibilidad es que se hayan escapado del zoo de "Un paso adelante".
Día 54:
Celebración en la familia.
Pues allá que vamos todos a casa del jefe y su familia para celebrar el cumpleaños de
Pilar, la mujer de Juanjo.
Y lo típico, buena comida, cava, postre y regalitos...
En difinitiva, una noche muy divertida y agradable, aún habiendo tenido que volver depués a
KEK en bici...
Día 57:
La última cena.
Pues he aquí los "gaijin" (demonios extrangeros en japonés) de KEK-K2K cenando en uno de esos sitios
japoneses donde te sirven muchas cosas diferentes y tu tienes que hacer como si supieras
lo que son.
Ahí tenéis a mi compañera Elena, al ruso Marat (el de la frente despejada), al francés
Stephan (el de al lado con gafas), al yanki Brayan (al que apenas se le ve la cara y al que
no entinedo nunca cuando me habla... you know, man!), al chino no-se-qué (el oriental, claro),
a la polaca Shasha (la única tía), y al Italiano-Luxemburgués residente en Chicago
Michel (el del final del todo). Ya veis, muy internacional.