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El World Wide Web (WWW) es un sistema de obtención
y presentación de documentos distribuidos por Internet. Todos
ellos forman un ingente entramado de información, al que
podemos acceder desde nuestro ordenador y sumergirnos en ellos,
saltando de documento en documento con ayuda de nuestro ratón.
Gracias al conjunto de herramientas informáticas y de comunicaciones,
del que se aprovecha el WWW, y que se ha dado en llamar las
tecnologías de la información, estos documentos
pueden ser atractivos y contener además de texto, gráficos,
sonidos, vídeo, etc.
Como casi todos los grandes avances de la actividad científica,
el nacimiento del WWW no surge sólo, aislado, sino que es
la consecuencia de una buena idea desarrollada en el momento propicio
en el que otras tecnologías han adquirido la madurez necesaria.
El desarrollo de Internet y la informática personal han hecho
de la Web uno de los inventos más fructíferos de la
historia de la humanidad, y lo que ahora vemos es sólo el
principio de un futuro que estará profundamente influido
por estas tecnologías.
En 1957 la antigua Unión de Repúblicas
Socialistas Soviéticas pone en órbita el primer satélite
artificial, el Sputnik. Estados Unidos, atemorizado de que la URSS
capitalizara el avance científico de la época, crea
la Agencia para Proyectos de Investigación Avanzados
(ARPA) con la intención de que EEUU recuperara el liderazgo
en la investigación en ciencia y tecnología. En los
años siguientes se estudian técnicas de comunicación
entre ordenadores que no dependan de puntos de fallo únicos,
esto es, que la comunicación pudiera realizarse entre caminos
alternativos de forma automática y transparente. La idea
detrás de estos estudios era que en caso de que algunas instalaciones
de comunicaciones fueran dañadas como consecuencia de un
ataque nuclear, el sistema que quedase en pie siguiese proporcionando
comunicación entre los ordenadores que funcionasen para permitir
una respuesta al ataque. Aunque queda patente el interés
militar en estos estudios, también hay que resaltar que el
interés científico era importante. Los ordenadores
eran un recurso escaso y apetecido, así que la investigación
en técnicas de comunicación que permitiesen a científicos
de una universidad acceder al uso de ordenadores de otras universidades
era necesario. En 1969, como resultado de todos estos trabajos,
se pone en marcha Arpanet conectando 4 ordenadores en UCLA (Universidad
de California en Los Angeles), SRI (Stanford Information Center),
UCSB (Universidad de California en Santa Bárbara) y la Universidad
de Utah.
En los siguientes años, los ordenadores se
van agregando rápidamente a la red Arpanet. Maduran los protocolos
de comunicación entre ordenadores y para el año 1972
todos los ordenadores participantes ya usan el mismo. La red ya
está madura para las primeras aplicaciones de los usuarios.
En 1972 nace el programa de correo electrónico, que tiene
un éxito formidable: el año 1973 produce el 75% del
tráfico total, y se mantiene durante más de una década
en la posición de liderazgo. Esta es quizá la primera
aplicación cuyo interés transciende a los científicos
interesados en las tecnologías de comunicación de
ordenadores.
Este mismo año, 1972, se produce la primera
demostración pública a gran escala de Arpanet, en
la Conferencia Internacional sobre Comunicación entre Computadoras
(ICCC) en Washington, con un gran éxito. Esta exhibición
convenció a los fabricantes de la utilidad de Internet y
de la necesidad de incorporarlo en sus productos.
Por esa época se estaba desarrollando una
idea similar de comunicación entre ordenadores, pero usando
como medio de comunicación ondas de radio. Enseguida se vio
que el protocolo de comunicación usado en Arpanet no permitía
la comunicación con otras redes, así que surgió
la idea de desarrollar un protocolo abierto que permitiese
la conexión con otras redes. Este protocolo nace en 1974
y en 1978 es mejorado, y se convierte en TCP/IP (Transmission Control
Protocol/ Internet Protocol). Se puede decir que aquí nace
Internet como la red de redes.
La red evoluciona rápidamente a partir de
entonces, incorporando más y más usuarios. En 1981
surge la red paralela CSNET, para proporcionar servicios de red
(en especial, correo electrónico) a aquellas universidades
que no tienen acceso a Arpanet, a la cual acaban conectándose
en 1983. En este año Arpanet se desmilitariza y 68 nodos
del total de 113 pasan a formar la red Milnet (la red militar).
En 1984, después de 20 años de funcionamiento,
ARPANET desaparece para renacer en una nueva Internet abierta a
toda la comunidad científica, la NSFNET, creada por la Fundación
Nacional para la Ciencia. Esta nueva Internet, poseía enlaces
principales de 56 Kbps (¡la velocidad que posee el módem
de nuestra casa!). Además, con esta red se crean 5 centros
de supercomputación para proporcionar servicios de cálculo
de alto rendimiento para universidades, lo que dispara el número
de conexiones.
Con algunos años de retraso frente a las iniciativas
americanas, Europa se organiza, y en 1989 se forma RIPE (Reseaux
IP Europeens) para asegurar la coordinación técnica
y administrativa necesaria para la operación de una Internet
pan-Europea. En España, en el año 1988 el Plan Nacional
de Investigación y Desarrollo pone en marcha el programa
especial IRIS (Interconexión de los Recursos Informáticos),
para incorporar Internet a las universidades y centros de investigación
españoles. España se conecta a NSFNET en 1990.
La red evoluciona y cada vez hay más interés
comercial por ella. Sin embargo las leyes americanas no permitían
el uso de Internet con fines ajenos a la investigación, pero
la presión por el acceso a la nueva tecnología es
tan grande que son modificadas e Internet se abre al uso comercial.
En 1995 se retira la financiación de la NSFNET y se contrata
con operadores privados el tráfico principal de la red. Con
el dinero sobrante se crea un nuevo proyecto enteramente científico
para investigar en la nueva Internet del futuro. Este mismo año,
los proveedores tradicionales de acceso por módem empiezan
a ofrecer acceso a Internet a sus subscriptores. Es la apertura
de Internet a los ciudadanos.
Internet ha evolucionado de tal forma, que en los
albores del siglo XXI, cien millones de ordenadores están
conectados y el ritmo de crecimiento es asombroso.
Durante la década de los años 80 se
produce la revolución de la informática personal gracias
al avance en la tecnología de los microprocesadores. Un poco
antes, en 1979, Apple Computer introduce el Apple II, el primer
ordenador con gráficos en color. En el año 1981 se
produce la gran revolución, con el lanzamiento por parte
de IBM del ordenador personal. Los progresos son rápidos
y en 1984 Apple introduce el Macintosh, el primer ordenador comercial
con un interfaz de usuario gráfico, a base de ventanas, menús
y botones, para ser usados con ratón.
A partir de entonces, los ordenadores personales
se han hecho con un gran mercado, aumentando sus prestaciones hardware
y software de una forma sorprendente. En 1985 Microsoft lanza su
primera versión de Windows como respuesta al interfaz gráfico
de Apple. Se suceden el Windows 3.0 (1990), el Windows 95, 98 y
2000.
En 1992 el CERN (Laboratorio Europeo para la Física
de Partículas) pone a disposición de la comunidad
científica su navegador de WWW como software libre. En 1989
el CERN había adoptado Internet como su protocolo estándar
de comunicación, junto con otras instituciones de Altas Energías
de EEUU. Los laboratorios de física de altas energías
del mundo mantienen muchas colaboraciones y el intercambio de datos
y documentación es una actividad primordial. Internet es
para este propósito una pieza clave de comunicación
a través de la cual los científicos pueden cooperar
en proyectos comunes, accediendo a datos y resultados de su experimento
en el CERN (o en otros lugares del mundo). En el año 1989
Tim Berners-Lee propone el desarrollo de un sistema de hipertexto
en red para el CERN, al que llamaría Word Wide Web.
Durante 1990 y 1991 desarrolla un prototipo de este sistema que
pone a disposición de todo el mundo en 1992.
Navegar por Internet no era entonces muy atractivo,
ya que los primeros navegadores sólo mostraban texto. Pero
esta situación cambiaría rápidamente. En 1993
nace Mosaic, el primer navegador que mostraba en pantalla las imágenes
que contenían los documentos WWW. Mosaic tenía una
interface gráfico agradable y funcionaba en ordenadores unix,
Macintosh y PC. En 1993 ya era utilizado por más de un millón
de personas alrededor de todo el mundo. Tal fue su éxito,
que no tardó en rebasar la barrera universitaria para convertirse
en un producto comercial. Mosaic fue reescrito en la empresa privada
para convertirse en Netscape.
Al año y medio tenía 65 millones de
usuarios. En 1995 Microsoft entró en el mercado de los navegadores
ofreciendo gratis su navegador Internet Explorer. A
la par que se desarrollaba la oferta de navegadores, crecía
el número de servidores Web. En 1995 ya había 10.000
servidores y en este año, por primera vez, el tráfico
generado por la Web supera al resto del producido por otras aplicaciones
en Internet.
La idea del hipertexto (entradas en un documento
que apuntan a otros documentos), es una idea antigua, la originalidad
de Tim Berners-Lee, es que logró combinar esta idea con la
tecnología de los ordenadores e Internet, aprovechando este
medio de comunicación para acceder a documentos que están
en otros ordenadores, desarrollando un sistema de hipertexto en
red. El sistema se compone de un navegador que funciona en nuestro
ordenador, que conecta con el ordenador remoto (servidor WWW) del
que obtiene el documento solicitado. Una vez que ha obtenido el
documento lo interpreta y lo presenta en nuestra pantalla dándole
el formato especificado en el documento. Tim Berners-Lee, mientras
trabajaba en el CERN, desarrolló el lenguaje que describe
la estructura de los documentos, HTML (HyperText Markup Language)
y el protocolo de comunicación entre el navegador y el servidor
Web, HTTP (HyperText Transfer Protocol). El navegador que usemos
puede ser Netscape, Internet Explorer u otros, y los servidores
de los que obtenemos información pueden ser Apache, Netscape
Enterprise Server, o Microsoft-IIS, pero todos utilizarán
HTTP como protocolo de comunicación y proporcionarán
la información en el formato HTML.
La potencia del World Wide Web reside en que nos
permite acceder a la información más variada a golpe
de ratón. Información de la que podemos obtener más
información usando los enlaces que tienen incorporados los
documentos, esto es, nos permite navegar por el espacio virtual
de documentos llamado WWW. Si no sabemos por dónde empezar,
podemos recurrir a un catálogo o a un buscador. El buscador
a una petición nuestra de información, nos construirá
una página Web a medida, con la información solicitada.
El buscador no sólo es un servidor Web, sino que además
es, normalmente, una poderosa base de datos, con una cantidad ingente
de información, que se moviliza a nuestra voluntad. Parte
de la revolución actual de la Web es que se empieza a utilizar
la capacidad de los ordenadores para ofrecer información
cambiante, con contenidos dinámicos, que incorporan, además
de texto, imágenes estáticas (fotos o gráficos),
imágenes dinámicas (vídeo), sonido, realidad
virtual, etc. Cuando usamos nuestro navegador para consultar el
estado de nuestra cuenta bancaria movilizamos los recursos de nuestro
banco para que construya una página HTML para nosotros con
la información solicitada. Al consultar una página
Web, podemos usar todo el espectro de las tecnologías de
la información, comunicaciones (Internet), bases de datos,
computación, etc.
Otra gran revolución de la Web es que gracias
a la facilidad de acceso a Internet, y a la facilidad del formato
HTML, el contenido de la WWW es muy plural y variado. Cualquiera
de nosotros puede ser un editor y ofrecer información a otros
colegas o amigos sobre nuestro trabajo o sobre nuestras aficiones.
Y cada vez es más fácil con la proliferación
de nuevas herramientas para publicar en Internet y cada vez más
proveedores de Internet ofrecen espacio gratuito a sus suscriptores
para la realización de páginas Web.
El futuro de la Web y de Internet ha de pasar por
la mejora de los accesos desde los hogares. La velocidad de los
módems es insuficiente para disponer de páginas multimedia
de calidad. La confidencialidad y seguridad de la información
que circula por la red es también un punto de importancia
que es necesario mejorar para que aumente nuestra confianza a la
hora de comprar por Internet, o de acceder a servicios en los que
revelamos nuestra identidad u otro tipo de información privada.
Internet y la WWW, junto con las tecnologías
de la información, ya han introducido muchos cambios en nuestra
vida y lo harán todavía más en el futuro. Si
ya eres usuario de Internet, habrás reconocido alguno de
estos cambios. Si no lo eres, tal vez no seas consciente de cómo
te están afectando, pero es seguro que lo hacen.
Javier
Sánchez
IFIC, centro mixto CSIC-Universitat de València
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En 1969 Internet nace con tal sólo cuatro
ordenadores. Hoy tiene casi cien millones. El ritmo de crecimiento
ha sido explosivo: se ha multiplicado el número de conexiones
por 10 cada cuatro años. |
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Mapa de los países participantes en la
colaboración Atlas del CERN. Atlas está formada
por 1.850 físicos de 150 universidades y laboratorios
de 34 países. La Web e Internet es para todos ellos una
herramienta imprescindible para el logro de sus objetivos científicos.
©CERN |
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La Web invade Internet con fuerza imparable.
En tan sólo ocho años, el número de servidores
es de 300.000 y creciendo. Los usuarios de la Web producen el
mayor tráfico dentro de Internet sobrepasando al resto
de aplicaciones. |
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