|
Es éste el número
dos de la revista electrónica del IFIC (en realidad, el tercero si consideramos
el número "cero" inicial). La redacción desea agradecer especialmente a los
colaboradores habituales como Jorge Portolés y Eduardo Ros por sus siempre
interesantes aportaciones. Nos gustaría también contar con la participación
regular o eventual de un número mayor de compañeros quienes, a pesar de su
intensa dedicación a la investigación y docencia, contribuyan también a las
tareas de difusión de la Ciencia en esta revista.
Es la divulgación científica (actualmente conocida en inglés como
"outreach") labor muchas veces ingrata e infravalorada en la propia comunidad
científica y, sin embargo, absolutamente necesaria para mantener vivas en
el futuro las distintas líneas de investigación en física fundamental. Ciertamente,
el nivel de especialización del saber científico y tecnológico ha llegado
a tal punto que se precisa de un gran esfuerzo para darlo a conocer a la
sociedad, ávida por alcanzar sus beneficios prácticos, pero renuente a realizar
el esfuerzo necesario para entender los principios básicos que los sustentan.
No es tarea fácil ¡reconozcámoslo!
No obstante, el objetivo de la divulgación científica tampoco ha
de consistir en una explicación exhaustiva de una rama investigadora determinada.
Se puede utilizar un lenguaje sencillo, carente incluso de cualquier formulación
matemática, para comunicar al gran público las razones, objetivos y medios
para llevar a cabo una investigación concreta.
En verdad, la comprensión global de un trabajo divulgativo -así como
de diversos aspectos particulares- puede adolecer de graves déficits si el
lector/observador no está familiarizado, no sólo con dicha rama concreta
del saber, sino con el método científico en general, lo cual desgraciadamente
es más habitual de lo esperable en la sociedad europea del siglo XXI. A pesar
de ello, aún puede transmitírsele una idea general aceptable si se consigue
despertar su curiosidad primero, y mantener el interés después. La utilización
de medios audiovisuales y la moderna tecnología sin duda puede resultar de
gran utilidad en ese sentido, siempre que no se conviertan en protagonistas
excesivos.
Confiamos en que esta revista electrónica ponga un granito de arena
en esa gran empresa de divulgación del conocimiento científico. Nos va en
ello el futuro.
Miguel Ángel Sanchis Lozano
|
|